Las ruinas de Ollantaytambo, un lugar histórico, es uno de los atractivos turísticos más concurridos en el Cusco. Este sitio funcionó como un centro ceremonial para los incas, además de ser un centro de control para los que pasaban por el Valle Sagrado de los Incas. Las grandes murallas, las torres de vigilancia y el perfecto tallado de las paredes de piedra impresionan a todos los viajeros que lo recorren. La Construcción de Ollantaytambo tuvieron un rol de proteger el Valle Sagrado. Debido a su ubicación estratégica, fue un centro de operaciones durante la invasión española. Además, los investigadores indican que fue un sitio en donde se le rindió culto al agua. ¡Anímate a visitarlo!
Ubicado en el Valle Sagrado de los Incas, Ollantaytambo es uno de los destinos más fascinantes para aquellos que desean sumergirse en la historia y la cultura del antiguo Imperio Inca. Esta antigua ciudadela, conocida por su impresionante arquitectura y su enigmática historia, atrae a miles de turistas cada año. Si estás planeando tu viaje a Perú, no puedes dejar de visitar las ruinas de Ollantaytambo, que ofrecen una experiencia única para los amantes de la historia, la arqueología y la naturaleza.
Ollantaytambo fue una de las principales ciudades incas y, según los expertos, un importante centro ceremonial y militar. Fue construida en el siglo XV bajo el reinado de Pachacútec, quien ordenó su edificación para proteger el valle de posibles invasiones. A lo largo de los años, la ciudad se desarrolló como un complejo religioso y de almacenamiento de alimentos, y se convirtió en una de las bases más estratégicas de los Incas. Durante la resistencia de Manco Inca contra los conquistadores españoles, Ollantaytambo jugó un papel crucial en las batallas que marcaron la historia del Perú.
Ollantaytambo es uno de los pueblos más importantes del Valle Sagrado de los Incas en Cusco. Es el único lugar que conserva su antiguo diseño urbanístico inca. Debido a que es paso obligado antes de llegar a Machu Picchu, que es muy visitado. Sin Embargo «Ollantaytambo» Posee sus propios encantos. El principal de todos son sus restos arqueológicos incas.
La arquitectura de este lugar es comparable con la de Machu Picchu. Los muros incas, las calles, las casas y los canales son adornados por los paisajes montañosos que rodean el poblado. En el centro se puede divisar el recinto arqueológico de Ollantaytambo. Alli veras los andenes incas, que se extienden hasta por 15 manzanas, o el Templo del Sol, con fascinante acabado de piedra. En el pueblo disfrutaras de las calles y de la gente que te recibirá de manera amable. Visita la plaza y deléitate con los trajes típicos y la vestimenta de los pobladores; muchos de ellos podrán compartirte más sobre su cultura, hábitos y actividades económicas. Algunos pasean con sus animales autóctonos, con los que podrás tomarte una que otra fotografía. También puedes recorrer el museo de sitio CATCCAO (Centro Andino de Tecnología Tradicional y Cultura de las Comunidades de Ollantaytambo). El establecimiento de compone de cinco salas; en cada una de ellas se muestran los vestigios de la artesanía y arquitectura del sitio arqueológico.
Ollantaytambo posee bellas estructuras líticas incas. Debido a que fue escenario de duras batallas entre incas rebeldes y españoles en 1537, muchas de sus construcciones se encuentran dañadas o destruidas. Aun así, el recinto sigue conservando la magia e historia de hace muchos años. Algunos de los sitios arqueológicos de Ollantaytambo son: La Real Casa del Sol, El fuerte Choqana, La Plaza Mañay Raqay o Kuychipunku, El templo del Sol, La Portada Monumental, el Recinto de las 10 Hornacinas, El baño de la Ñusta, Los andenes.
Las ruinas de Ollantaytambo no solo son una maravilla de la ingeniería, sino también una ventana a la vida cotidiana de los antiguos habitantes del Imperio Inca. A continuación, te contamos algunos de los puntos más destacados que no te puedes perder en tu visita:
La estructura más imponente del sitio arqueológico es la fortaleza que se alza sobre un acantilado rocoso. Conformada por gigantescos bloques de piedra perfectamente encajados, esta fortaleza tiene una clara función defensiva. Desde su cima, podrás disfrutar de una vista panorámica impresionante del valle y las montañas circundantes.
Uno de los lugares más emblemáticos dentro de Ollantaytambo es el Templo del Sol, donde los Incas realizaron ceremonias religiosas. Este templo está construido con enormes bloques de piedra y tiene ventanas alineadas con los movimientos del sol, lo que revela el alto nivel de conocimiento astronómico que poseían los Incas.
Las escaleras empinadas que suben a la cima de la fortaleza son un reto para los visitantes, pero sin duda son una de las experiencias más emocionantes del recorrido. Al llegar a la cima, se puede contemplar la magnificencia de las ruinas y el paisaje natural que las rodea.
Los andenes de Ollantaytambo son una maravilla de la ingeniería agrícola inca. Estos terrazos de cultivo construidos en las laderas de las montañas no solo tienen un valor estético, sino que fueron diseñados para maximizar la producción agrícola en un terreno tan accidentado como el valle. Además, los andenes tenían un propósito ceremonial y estratégico.
Aunque no es directamente parte de las ruinas de Ollantaytambo, la famosa «Piedra de los 12 Ángulos» es una muestra impresionante de la precisión en el trabajo de la piedra de los Incas. Aunque está en el centro del pueblo de Ollantaytambo, es un símbolo del dominio arquitectónico y técnico de esta civilización.
Ollantaytambo se encuentra a unos 60 kilómetros al noroeste de Cusco, y es fácilmente accesible por carretera. Puedes tomar un autobús o un servicio de transporte privado desde Cusco, lo cual te tomará aproximadamente 1.5 a 2 horas. Además, Ollantaytambo es un punto de partida para quienes se dirigen a Machu Picchu, ya que desde aquí sale el tren hacia Aguas Calientes, la estación más cercana al santuario de Machu Picchu.
Lleva ropa y calzado cómodo: Las ruinas de Ollantaytambo requieren caminar por senderos empinados y, en algunos casos, escaleras altas. Es importante llevar calzado cómodo y ropa ligera, pero también abrigadora, ya que las temperaturas pueden variar mucho.
Protección solar: La altitud y el sol fuerte en la región pueden hacer que te expongas a quemaduras solares rápidamente. Lleva protector solar, sombrero y gafas de sol para evitar cualquier inconveniente.
Hidratarse bien: La altitud de Ollantaytambo (aproximadamente 2.800 metros sobre el nivel del mar) puede causar algunos malestares debido a la falta de oxígeno. No olvides llevar agua y tomar descansos si es necesario.
Tiempo de visita: Planifica entre 2 y 3 horas para recorrer las ruinas y disfrutar de las vistas. Además, puedes aprovechar para explorar el pueblo de Ollantaytambo, que aún conserva su trazado original inca.
Además de las ruinas, Ollantaytambo es un lugar lleno de vida y cultura. El pueblo es uno de los más antiguos y mejor conservados del Valle Sagrado, con calles empedradas y casas que mantienen su estilo colonial, pero con una fuerte influencia inca. Aprovecha para caminar por sus calles y disfrutar de la gastronomía local, como el cuy chactado (cuy frito) o el chuño (papa deshidratada), dos platos típicos de la región.
Las ruinas de Ollantaytambo son mucho más que un sitio arqueológico; son un testimonio del ingenio y la cultura del Imperio Inca. Con su impresionante arquitectura, su historia fascinante y su conexión con el paisaje natural, Ollantaytambo es un destino que te transportará al corazón de la civilización inca y te dejará recuerdos imborrables. Si te apasiona la historia, la arqueología o simplemente la belleza de los paisajes andinos, Ollantaytambo es una parada obligatoria en tu viaje a Perú. ¡No te lo puedes perder!
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