DESCUBRE CUSCO “LA CIUDAD MAS ANTIGUA DE SUDAMÉRICA Y CAPITAL DEL IMPERIO INCA”

La ciudad de Cusco, Perú es conocida actualmente como la capital cultural del país, pero su importante historia se remonta mucho más atrás. Como la ciudad viviente más antigua de América, Cusco ha estado habitada continuamente durante más de 3000 años. Fue la capital histórica del Imperio Inca desde el siglo XIII al XVI hasta la conquista española, y ahora es un importante destino turístico que recibe casi 2 millones de visitantes al año.
La Ciudad del Cusco, a 3.400 m sobre el nivel del mar, está ubicada en un fértil valle aluvial alimentado por varios ríos en el corazón de los Andes Peruanos Centrales de América del Sur. Bajo el gobierno del Inca Pachacuteq (Tito Cusi Inca Yupanqui), en el siglo XV, la ciudad fue rediseñada y remodelada luego de un proceso de ocupación preincaica de más de 3000 años, y se convirtió en la capital del Imperio Inca del Tawantinsuyu, que abarcó gran parte de los Andes sudamericanos entre los siglos XV y XVI d.C.
La ciudad Imperial de los Incas se desarrolló como un centro urbano complejo con distintas funciones religiosas y administrativas perfectamente definidas, distribuidas y organizadas. Los edificios religiosos y de gobierno se acompañaron de las moradas exclusivas de las familias reales, conformando un conjunto urbano simbólico sin precedentes, que muestra una tecnología constructiva en piedra con excepcionales propiedades estéticas y estructurales, como el Templo del Sol o Qoricancha, el Aqllahuasi, el Sunturcancha , el Kusicancha y una serie de edificaciones de muy fino acabado que configuran el conjunto inca como una unidad indivisible del urbanismo inca. La noble ciudad estaba claramente aislada de las áreas claramente delimitadas para la producción agrícola, artesanal e industrial, así como de los barrios circundantes. Los patrones y construcciones prehispánicas que dieron forma a la ciudad imperial de los Incas son visibles hoy.
Con la conquista española en el siglo XVI, se conservó la estructura urbana de la ciudad imperial inca del Cusco y se construyeron templos, monasterios y casas señoriales sobre la ciudad inca. Eran en su mayoría de estilo barroco con adaptaciones locales, lo que creó una configuración mixta única y de alta calidad que representaba la yuxtaposición inicial y la fusión de diferentes períodos y culturas, así como la continuidad histórica de la ciudad. El notable sincretismo de la ciudad es evidente no solo en su estructura física sino también en la expresión artística del Virreinato. Se convirtió en uno de los más importantes centros de creación y producción de arte religioso del continente. También es importante por las costumbres y tradiciones de su población, muchas de las cuales aún conservan sus orígenes ancestrales. De su complejo pasado, tejido con significativos acontecimientos y bellas leyendas, la ciudad ha conservado un notable conjunto monumental y coherencia y es hoy una asombrosa amalgama de la capital inca y la ciudad colonial. De la primera conserva impresionantes vestigios, especialmente su planta: muros de granito o andesita minuciosamente cortados, calles rectilíneas que discurren dentro de los muros y las ruinas del Templo del Sol. De la ciudad colonial quedan las casas chatas recién encaladas, el palacio y las maravillosas iglesias barrocas que lograron la imposible fusión de los estilos plateresco, mudéjar o churrigueresco con el de la tradición inca.